martes, abril 11

LA NOCHE PORTEÑA


Como pocas ciudades del mundo, Buenos Aires no tiene horarios en lo referido a diversión. Las propuestas son innumerables, con una extensísima variedad de restaurantes, bares, teatros, dicotecas y demás sitios de esparcimiento. Aunque uno de los atractivos que más seducen a los visitantes es el gran espectáculo del tango.
Lógicamente hay espectaculos de tango for export, con musicales y una gran puesta en escena para el púbblico extranjero, y también reductos típicos de mayor autenticidad, llenos de encanto y devoción. Entre los primeros se destacan grandes espectáculos que en su mayoría incluyen una abundante cena y el show propiamente dicho a cargo de compañías artísticas muy destacadas. Estas cena show son muy recomendables para quien quiere tener una impresión de la música emblema de la ciudad en un ambiente cómodo y relajado.
Quienes prefieran vivir el tango de un modo más profundo, como lo haría un cultor local, pueden optar por las milongas y bares típicos del Barrio de San Telmo, zona tanguera por antonomasia. Basta caminar unas cuadras (calle de esquina a esquina) por las callecitas empedradas, para sumergirse en la atmósfera encantada de principios de siglo, con nostálgicos personajes de whisky en mano y apasionadas mujeres montadas en los tacones de sus zapatos de baile.
Es una gran experiencia vivir el tango en Buenos Aires, miles de visitantes de todo el mundo regresan cada año en busca de este paraíso penumbroso que vibra al compás de un bandoneón.

Mi Buenos Aires querido

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja de un bandoneón
dentro del pecho pide rienda el corazón…


Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera